
Con esta entrada continuamos la serie de textos que se adentran en el arcaico nombre de la provincia a travez de las diversas definiciones dadas por diferentes escritores.
Esta etimología es propuesta por Adán Quiroga, contemporáneo y amigo de Lafone Quevedo, a quien incluye en la dedicatoria de su libro “Calchaquí”, edición 1897, que ahora transcribimos:
…úsanse indistintamente por los cronistas las denominaciones de Tucumán, Tucuma, Tucuimán, Tucumano, etc.
El verdadero nombre es, sin dudas, Tucumán, que deriva del cacique Tucma, y así dice el P. Lozano.
Pero ¿qué es Tucu? ¿Qué significa la partícula man?

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En el idioma cuzqueño, tucu, quiere decir que acaba, y man: en dirección á; luego la palabra podría traducirse literalmente por: dirección a donde acaba, y quizá se diría porque el Continente, en forma canónica, “va a cabar luego”, o también porque es el Tucumán “acaba la dominación ó marca del Inca”. Tucu o más bien tacu así mismo, es algarrobo ó algarrobal, y tal vez la palabra propuesta tradujerase por “hacia ó el lugar de los algarrobos”. Es de advertir que el pueblo de Tucumanao está rodeado de algarrobales.
Curioso es, y alguna vez me ha preocupado, observar en esta cuestión que en Catamarca y demás provincias contiguas hay un coleóptero de ojos muy brillantes que se denomina tucu ó tuco, y que muy bien Tucu – man pudiera traducirse por “hacia los tucus”, ó el país donde hay tucos. El tuco nuestro es especialísimo, y no es la conocida luciérnaga, que en el idioma quichua se llama ninaqueru, y á la cual hasta hoy se denomina linaquero. La especialidad de este coleóptero pudo haber dado su nombre á la Provincia, pues que los indios tomaban los nombres de caciques ó de los pueblos de las mayores frivolidades.
Las obras acá incluidas pertenecen a Mariano Ullúa.
Las obras de arcilla y esmalte sintético son de la serie «se decir un vaso de agua por favor y tambien se decir tranquilo va a estar too bien», 2014. Las pinturas son del 2019 y se titulan «Internet» y «Museo de la libertad»